En medio de tanta alegría, buenos momentos, grandes encuentros, y nuevas experiencias, se me olvidó el que planeó todo eso que tanto disfruté con todas las fuerzas de mi alma y corazón.
Es como que cuando las cosas van más que genial estoy con Él pero no para Él, y cuando las cosas van más alla de lo pésimo me amarro a su abrazo como naufrago a un bote. Sé que todo está en sus planes. Me doy cuenta que siempre vuelvo a Él, cuan lejos esté siempre vuelvo; estando lejos vuelve lo viejo y ataca lo viejo. No debe ser así.
El despertar, el respirar, el mirar; como lo fue en su tiempo, y como cada mañana debería ser, en el transcurso del día debería ser la aventura que no quiero terminar de vivir. Aprender a glorificar con el corazón e incluso en los mejores momentos, doblar mis rodillas para agradecer y decirle que no quiero alejarme NUNCA más.
Para poder dar buenos ejemplos hay que estar alineados a su corazón, y lo más probable que si no es así el "buen ejemplo" te dure poco tiempo, y la paciencia, amor hacia los demás se esfume en meses. Pido de corazón que ya no más, las buenas cosas me alejen de Vos.
Comúnmente la gente simple y normal, se aleja de Dios en los malos momentos, lo mío es al reves.
Sé que el tiene todo planeado e incluso un mejor futuro, aunque a veces se me nuble la vista y no vea que lo mejor está por venir, que va a ser aún mejor de lo que ahora veo; una nueva Natalia que se va a ir formando mientras cuente y me deje moldear por Él. Mientras no sea así, los buenos valores me van a servir poco, y suficiente, y no un TODO.
Sé que es real, solo me falta vivirlo día a día.
Vos me sacaste del pozo cenagozo, en el que me ahogaba. Sé que tenes el poder cambiar mis actitudes mientras yo me rinda.
Quiero vivir para vos, honestamente, sin importar QUE!
No hablemos más porque las palabras se las lleva el viento, pero te prometo que haré lo mejor!