Mi vida es zarpada en patética, no es acorde a lo asignado a lo de una piba de mi edad.
Pero cuento con que me encanta malcriar a mi niña interior y lo de hoy fue un regalito para recordarle épocas de arriesgarse. La grande ya asimila debe ARRIESGARSE ¡YA!, a TUTI o NARINAS.
Sumale que la vida es un pañuelo y que me aventuro en salidas infantiles by myself.
No hay testigo de mis locuras más que mi pequeña Nati y yo.
Sé que debo considerar los infatilismos, pero dame más tiempo. No logro despegarme de esta singular niña.